FACSA, dentro de su compromiso con un futuro más sostenible, ha incluido un nuevo vehículo 100% eléctrico equipado con la más moderna tecnología, tanto en lo que respecta al tipo de motorización, como al equipo que lleva instalado para el desarrollo de labores referentes al alcantarillado.
Con este vehículo la compañía evita las emisiones durante sus diferentes servicios ya que cuenta con el con distintivo ambiental CERO de la DGT (Dirección General de Tráfico) y genera niveles de ruido nulos tanto en sus desplazamientos, como en la realización de inspecciones.
Se trata de una furgoneta, equipada con un sistema de inspección de colectores de alcantarillado mediante cámara robotizada CCTV (Circuito Cerrado de Televisión), propulsada únicamente por baterías de 75 kWh y con una autonomía de hasta 330 km. Además, dispone de un cargador integrado de 11 kW que permite una importante recarga de las baterías del vehículo mientras se encuentra en movimiento.
El sistema de inspección, instalado en la zona trasera de la furgoneta, cuenta con una grúa telescópica con cabestrante para el ascenso y descenso del robot a los pozos de registro, cajones modulables para herramientas y accesorios del robot. Cabe destacar, que en esta la zona los puntos de iluminación son de tecnología LED y que la alimentación de todo este equipo se realiza mediante un sistema autónomo e independiente del vehículo. Se trata de una batería de alto rendimiento de Ion-Litio de 12 V y 5500 Wh, la cual puede ser recargada bien mediante conexión a la red eléctrica o a través de una placa solar de 200 W instalada en el techo de la furgoneta.
El dimensionado de esta batería permite la realización de una jornada completa de inspección con total garantía. Además, con la placa solar, constantemente se produce la recarga de la batería, aumentando así la autonomía del sistema de baterías para el equipo de inspección.
Con esta iniciativa FACSA reafirma su apuesta, como socio del Club de Empresas Responsables y Sostenibles de la Comunidad Valenciana (CE/R+S), por la sostenibilidad como eje central de su estrategia empresarial, entendida como un impacto global en su organización a nivel transversal y en todo su entorno, no solo medioambiental, sino también económico y social.