•El plan de mejora de balance hidráulico implantado por la firma contempla la supervisión y actuación inmediata sobre las redes de abastecimiento de agua potable y saneamiento
•FACSA supervisa parámetros como el volumen y la presión, monitorizando los abastecimientos a tiempo real
FACSA, a través del departamento de detección de fugas en redes hidráulicas del área de abastecimiento, ha revisado 693 kilómetros de conducciones durante el último año en los abastecimientos que gestiona tanto en la provincia de Castellón como en todo el territorio nacional. Estas inspecciones de carácter preventivo han detectado 1.487 fugas, lo que ha permitido ahorrar más de 35.400 m3 de agua al día, suficiente para abastecer a una población de 140.000 habitantes.
FACSA recoge datos de todos sus abastecimientos a tiempo real mediante el Sistema de Telecontrol, una herramienta para el tratamiento de toda esta información que realiza análisis y permite la generación de informes para conocer el estado actual de cada abastecimiento. En este sentido, el seguimiento de la evolución de los volúmenes y caudales nocturnos permite una rápida detección de anomalías en la red, gracias a un sistema de alarmas automático, y una reducción del tiempo de actuación.
Otro campo de actuación en el que FACSA ha centrado esfuerzos es la gestión de la presión de suministro en la red de los abastecimientos. Para ello la firma realiza un estudio de la presión de los abastecimientos con el objetivo de evitar presiones elevadas en momentos de baja demanda, las cuales pueden provocar elevados volúmenes de pérdida de agua a través de fugas y averías.
Para la gestión de la información relacionada con las redes y la búsqueda de fugas, las redes de abastecimiento de agua potable y saneamiento están digitalizadas mediante el Sistema de Información Geográfica (GIS). Este sistema refleja la ubicación de cada uno de los elementos que componen la red de distribución, muestra información correspondiente a dicha infraestructura y permite realizar simulaciones sobre ella.
Con estas actuaciones, FACSA continúa desarrollando su actividad bajo un firme compromiso con la gestión sostenible y eficiente de los recursos. La compañía dispone del certificado UNE ISO 50001, sistema de gestión energética que establece los requisitos para fomentar el ahorro y la eficiencia energética. Además está certificada según la norma ISO 14001 de gestión ambiental.
