FACSA, la empresa privada española con más experiencia en la gestión del ciclo integral del agua, continúa apostando por la innovación y la investigación aplicada a la depuración de aguas residuales. La firma, en colaboración con el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) de la Universitat Jaume I de Castellón y la empresa cerámica de Onda Natucer, además de entidades y organismos de siete países de la UE, ha desarrollado un novedoso biorreactor de membranas (MBR). Se trata de un dispositivo dotado con membranas cerámicas de bajo coste, elaboradas a partir de materiales reciclados, lo que permite, previo filtrado, reutilizar el agua en estaciones de tratamiento, tanto urbanas como industriales.
La iniciativa forma parte del proyecto europeo REMEB, un proyecto financiado por el programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea (GA 641998) que, con un presupuestos de 2,3 millones de euros, arrancó en septiembre de 2015 y finalizará en agosto de 2018.
El proyecto REMEB ha permitido así desarrollar un MBR cerámico, ecológico y competitivo, elaborado a partir de materias primas, subproductos cerámicos y residuos agroindustriales, que puede ser utilizado en plantas de tratamiento de aguas residuales municipales e industriales.
“Vimos que había un nicho de mercado y nos planteamos crear membranas cerámicas para remplazar los polímeros que se están utilizando en la actualidad, ya que tienen menor durabilidad y resistencia en comparación con este nuevo producto”, explicó Juan Antonio Llopis, responsable del área de Saneamiento y Depuración de FACSA.
De hecho, estas nuevas membranas son más económicas respecto a las poliméricas, lo que supondrá un significativo ahorro de costes para las estaciones de tratamiento de aguas residuales (EDAR). Entre otras ventajas Elena Zuriaga, técnico de I+D+i de FACSA y coordinadora del proyecto, resaltó también que “presentan mejores propiedades químicas, térmicas y mecánicas, lo que permite que las membranas trabajen en condiciones severas y se puedan aplicar procedimientos de limpieza más agresivos”. Además, el catedrático en Ingeniería Química e investigador del ITC Enrique Sánchez certificó que “el agua obtenida a través de este sistema tiene una calidad excelente”.
Por su parte el director técnico de Natucer, Javier Rubert, reconoció que el proyecto ha supuesto “un reto” para la firma, que ha tenido que adaptar su proceso de producción, Rubert también resaltó que aunque en un principio estas membranas cerámicas se desarrollarán en España, en las instalaciones de la propia empresa, “se trata de un proyecto exportable a todo el mundo, que puede aplicarse para tratar tanto las aguas residuales urbanas como las industriales”.
Aunque por el momento la fabricación de estas membranas está centralizada en las instalaciones de Natucer en España, el proyecto se replicará a escala piloto en otros países, como Turquía e Italia. El MBR REMNEB se validará en la EDAR de Aledo (Murcia) con el fin de reutilizar el agua obtenida para riego en una zona con escasez de agua.
Además de FACSA, las entidades y organismos que integran el consorcio del proyecto REMEB son ITC-UJI (España), IPROMA (España), ESAMUR (España), el Consejo de Cámaras de la Comunicidad Valenciana (España), el Centro Ceramico (Italia), Imeca Process (Francia), Biowater Technology (Noruega), Atlantis Consulting (Chipre), Seramik Arastirma Merkezi AS (Turquía) y la Universidad Antonio Nariño (Colombia).