• El nuevo equipo ELAP es el de mayor capacidad para lodos con el que cuenta la firma y para su configuración se ha tenido en cuenta aspectos como la seguridad, la ergonomía y el medio ambiente
FACSA ha adquirido un nuevo vehículo de limpieza de alcantarillado ELAP, equipo de limpieza de agua alta presión, con el que se amplía la flota destinada a este fin de 6 a 7 unidades.
Este nuevo vehículo es el de mayor capacidad de lodos del que dispone el departamento de alcantarillado de FACSA, alcanzando los 11 metros cúbicos de capacidad. La clave reside en su novedoso diseño con el que se dota al equipo de dos depósitos laterales de agua con una capacidad total de 4 metros cúbicos. De esta forma mejora radicalmente el diseño del vehículo, si bien el 100% de la capacidad de la cisterna se destina al almacenamiento de lodos y los laterales del vehículo quedan totalmente carenados en fibra de vidrio.
Seguridad, ergonomía de los trabajadores y minimizar el impacto medioambiental son varios de los principales aspectos determinantes para la configuración del equipo.
El factor seguridad se materializa en dos novedosos sistemas con los que está equipado el vehículo. Estos son el AEBS (Sistema de Frenado de Emergencia Avanzado) y el LDWS (Sistema de Detección de Cambio Involuntario de Carril), el cual avisaría al chófer de forma inmediata mediante señales acústicas en caso que el vehículo se desvíe de la trayectoria, saliéndose del carril de circulación.
La nueva unidad dispone de varios elementos que mejoran notablemente la calidad del trabajo de los operadores. Destaca un carrete circular totalmente automatizado, ubicado en la parte superior del camión, con 30 metros de manguera de aspiración y un brazo giratorio independiente y extensible para el guiado automático del mangote. Así, se evita el manejo de forma manual de este tipo de manguera, reduciendo el número de operaciones o posturas catalogadas por un reciente estudio ergonómico como de alto riesgo y que, sobre todo, afectaban a la espalda de los trabajadores.
Además, en este sentido, el accionamiento de los diferentes componentes del equipo, tales como bomba impulsora, depresor, carrete de manguera de impulsión, etc., están totalmente automatizados. Su manejo se realizará a través de una consola inalámbrica comunicada por radiocontrol que permitirá al operador realizar cualquier función del equipo de forma remota.
Por último, dado el compromiso de FACSA con la conservación del medio ambiente, el vehículo está equipado con la más moderna tecnología para conseguir que las emisiones del motor cumplan la normativa europea anticontaminación EURO 6. Así se reducen drásticamente las emisiones de óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono, hidrocarburos y partículas en suspensión.
Con esta medida FACSA sigue la hoja de ruta para la continua optimización de sus procesos, actualizando sus equipos y herramientas para la generación de un entorno laboral confortable que vele por la seguridad de sus trabajadores y, al mismo tiempo, que respete y minimice el impacto medioambiental.