Realizar un seguimiento continuo de parámetros clave de calidad de agua es la misión del Punto de Monitorización que Facsa ha instalado en el depósito de cabecera de Burriana, el cual distribuye agua a toda la población de la localidad.
La alcaldesa de Burriana, Mª José Safont, acompañada por el concejal del servicio, Vicente Aparici, y por representantes de Facsa, Pascual Maximino, Jose Ramón Elorza y Alejandro Boado, fue la encargada de inaugurar este dispositivo, que comenzó a funcionar en noviembre, y que, concretamente, proporciona información de nitratos, pH y turbidez, parámetros clave que se añaden a la medición de la concentración de Cloro Libre residual que Facsa ya tenía implantada en ese punto desde el año 2011.
El control en tiempo real de esta herramienta permite a la compañía una detección inmediata de cualquier variación que pudiera producirse en la calidad del agua y, por tanto, anticiparse a cualquier problema y tomar medidas inmediatas. Además, en este depósito confluyen varios aportes, por lo que este control también asegura la homogeneidad del agua suministrada en todo momento.
En este sentido cabe destacar que el seguimiento es accesible tanto desde el panel instalado en el mismo punto de control, como por parte de los dispositivos móviles del personal de la brigada de Burriana y del Centro de Control 24 horas de Facsa. Esta solución de monitorización, junto con el telecontrol de las operaciones y la recolección de datos, son parte de las soluciones tecnológicas que la compañía ofrece bajo la marca Waternology Services by Facsa para optimizar los servicios y garantizar un futuro sostenible del agua.
Con esta mejora, Burriana se adelanta a lo establecido por la Directiva Europea 2020/2184, aprobada en diciembre de 2020, la cual será transpuesta en los próximos meses en un nuevo Real Decreto de Calidad de Aguas de Consumo. Esta nueva legislación incluye entre sus novedades más destacables un refuerzo de la tendencia evolutiva del control sanitario, que incluye la gestión preventiva como pilar fundamental de la misma. Esta prevención se traducirá en la necesidad de disponer de planes sanitarios de los abastecimientos e incluirá la monitorización de los parámetros clave de la calidad del agua como pieza fundamental del seguimiento necesario para asegurar una óptima calidad en continuo del agua distribuida.