Gimecons ha iniciado las operaciones previas al derribo del CEIP Mestre Canós, uno de los centros educativos más emblemáticos de Castelló. La compañía ha comenzado a trabajar ya en el interior del colegio para desmantelar las aulas y retirar el material peligroso, preparando así el edificio para proceder a su demolición y posterior construcción.
Los trabajos, que el Ayuntamiento de Castellón adjudicó a Gimecons el pasado mes de septiembre, tienen una duración aproximada de 15 meses y suponen una inversión de más de 4,5 millones de euros.
La nueva edificación podrá acoger entre 250 y 300 alumnos y alumnas desde 2 años y contará con una unidad de educación Infantil de primer ciclo y tres de segundo, seis de Primaria y una cocina completamente renovada, con un comedor para 200 comensales por turno. Asimismo, habrá zonas de juegos y áreas deportivas en el exterior, además de un gimnasio.
El centro educativo mantendrá la actual concepción del inmueble en forma de L, con dos alturas, sobre una parcela de 2.872,37 metros cuadrados. Una parte de la construcción estará adosada a la calle Tenerías y, la otra, al oeste, en la avenida del Mar. La distribución implicará que el programa de educación Infantil, el refectorio, la sala de usos múltiples y la zona de administración se localicen en la planta baja, mientras que las clases de Primaria, la biblioteca, la sala de informática y despachos se sitúen en el primer nivel.
Además, la compañía llevará a cabo distintas mejoras en relación a las calidades recogidas en el pliego de prescripciones y, entre las novedades más significativas, cabe mencionar el aumento del número de paneles fotovoltaicos para autoconsumo, la contratación de trabajadores/as con dificultades de acceso al mercado laboral y la gestión de al menos el 30 % de los residuos de forma alternativa a la eliminación.