Gracias a la instalación de modernos equipos en la estación Reelevadora de Castellón, la empresa ha logrado reducir en casi un 70% el consumo energético.
Con la puesta en marcha de este nuevo proyecto, FACSA transmite una vez más su firme compromiso por una gestión sostenible y eficiente de los recursos.
FACSA, la empresa privada con más experiencia en el ciclo integral del agua, llevó a cabo el pasado mes de marzo, la renovación de los equipos en la estación Reelevadora de Castellón, cuya función es el aumento y regulación de la presión de la red de suministro de agua potable a la ciudad de Castellón. Los nuevos equipos tienen un rendimiento mucho más alto que los anteriores, y están equipados con motores de alta eficiencia. Esta modificación ha permitido una reducción del consumo energético del 68,6% en los primeros seis meses de funcionamiento.
El proyecto ha entrañado una gran complejidad debido a la variabilidad de las presiones de trabajo en la instalación. En la fase de estudio fue necesario disponer de un registro continuo de las presiones para conocer la evolución de las mismas, y seleccionar adecuadamente los nuevos equipos a instalar.
Tras la reforma, y transcurridos varios meses que han permitido comparar indicadores, se ha constatado un ahorro energético anual de 107.710 kWh, lo que se traduce paralelamente en un ahorro económico muy importante anualmente.
Con el desarrollo de esta iniciativa, FACSA muestra una vez más, su compromiso y máximo respeto al entorno. La compañía dispone del certificado UNE ISO 50001, sistema de gestión energética que establece los requisitos para fomentar el ahorro y la eficiencia energética. Además está certificada según la norma ISO 14001 gestión ambiental.