LIFE AMIA es un proyecto que persigue promover la reutilización de aguas residuales en estaciones depuradoras mediante una tecnología de bajo consumo energético y minimizar la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, que se puso en marcha en 2019.
La tecnología validada en LIFE AMIA es un tratamiento que se realiza en tres etapas: un primer proceso biológico compacto anaerobio-aerobio (A2C) que combina biomasa anaerobia granular con un proceso aerobio con biomasa soportada; dos reactores de microalgas que reciben el agua de salida del proceso aerobio anterior; y, por último, un tratamiento terciario basado en un proceso de oxidación avanzada que permite eliminar microcontaminates y patógenos, garantizando la calidad del agua tratada.
Tras 31 meses de trabajo ya se han presentado los avances del proyecto a Mariona Salvatella, monitora de NEEMO Life Team y responsable del seguimiento del programa de los proyectos europeos del que forma parte LIFE AMIA. La presentación de los avances del proyecto se realizó hace unos días, se inició con una visita a la EDAR de Alhama de Murcia, depuradora en la que se está llevando a cabo el proyecto, y finalizó con una reunión de socios en la sede de la Entidad de Saneamiento de Aguas Residuales de la Región de Murcia (ESAMUR).
Avances e importancia de la reutilización
Actualmente, la planta demostrativa en la que se está llevando a cabo el proyecto LIFE AMIA, funciona a pleno rendimiento, con un bajo consumo energético, obteniendo 500 litros de agua regenerada por hora y cumpliendo así el objetivo del proyecto de mejorar la calidad del agua depurada para su posterior reutilización en la agricultura, ya que la tecnología AMIA permite eliminar patógenos y reducir los microcontaminantes en más de un 95% de su concentración.
Otro de los objetivos que se ha logrado es que se ha demostrado que los lodos que se extraen del tratamiento del agua residual, mezclados con la biomasa algal (una potente fuente de energía), son una buena práctica agronómica para ser utilizados como fertilizantes en los invernaderos del CEBAS-CSIC, promoviendo así la economía circular.
La reutilización de agua es especialmente relevante si se tiene en cuenta que el estrés hídrico afecta en la actualidad a 130 millones de habitantes de la Unión Europea (un 30 %) y que, según los datos compartidos por Naciones Unidas, en base al Objetivo 6 de Desarrollo Sostenible, en el año 2030 debido al cambio climático, la disponibilidad de agua para las necesidades humanas básicas disminuirá y pondrá en peligro el acceso al agua potable y al saneamiento para millones de personas.
Socios del proyecto e inversión
El proyecto europeo LIFE AMIA está integrado por socios de diversas nacionalidades como: el coordinador FACSA; ESAMUR; el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CEBAS-CSIC), el laboratorio Eurofins Iproma, la británica Arvia Technology y la consultora de Chipre Atlantis Consulting.
El proyecto (ref. LIFE18/ENV/ES/000170), que tiene una duración de 40 meses y un presupuesto total de 1.945.914 euros, forma parte del Programa europeo LIFE, instrumento financiero de la Unión Europea dedicado exclusivamente a la cofinanciación de proyectos a favor del medio ambiente.