- El estudio, que comenzó en mayo, tiene previsto continuar durante los próximos meses.
- Se analiza la presencia del material genético del virus en 6 puntos de la red de saneamiento de la industria.
UBE continúa analizando la presencia de material genético propio del SARS-CoV-2 en las aguas residuales de su red de saneamiento. Una iniciativa enmarcada en el proyecto COVID WATER de FACSA, que persigue utilizar los resultados de esta investigación como sistema de detección temprana de casos de coronavirus en el personal de la compañía.
El estudio -puesto en marcha el pasado mes de mayo- se está llevando a cabo semanalmente en las seis fosas sépticas de las instalaciones de UBE, lo que permite incluir el análisis de SARS-CoV-2 en aguas residuales como un elemento de prevención de riesgos laborales asociados a la COVID-19.
Toda esta información, que permite a la empresa tener una foto en continuo de la presencia del material genético del virus en sus instalaciones, se está integrando en la herramienta digital COVID WATER de FACSA, que combina avanzados sistemas de información geográfica con recursos de inteligencia artificial y análisis masivo de datos.
Con todo ello, se espera encontrar variables demográficas y ambientales que puedan presentar correlación con la presencia del virus en las aguas residuales de las instalaciones de la compañía, a fin de poder ajustar las tendencias y la predicción mediante inteligencia artificial de posibles casos de la COVID-19.