Con la llegada del verano y el fin de las clases, Intur Restauración Colectiva ha querido tener un detalle con todos los escolares, repartiendo yoyós a los más de 8.000 alumnos y alumnas que alimenta y nutre a diario en sus comedores.
Se trata de yoyós de madera, sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Una forma muy especial de rememorar este juego tradicional con la que Intur pone punto y final a un curso escolar en el que se han atendido alrededor de 70 centros entre colegios, escuelas infantiles, institutos, hospitales, residencias de día, centros sociosanitarios y empresas, en los que cada día se han servido más de 8.000 menús.
Un curso en el que, una vez más, se ha acompañado a niños y niñas de todas las etapas educativas para fomentar un estilo de vida saludable, no solo a través de los menús, sino también gracias al proyecto educativo que articula todo el trabajo de la compañía y que persigue convertir el comedor escolar en un aula más. Un espacio donde aprovechar el tiempo compartido con el alumnado para inculcar valores, no solo de vida saludable, sino también de crecimiento y aprendizaje personal.
Un esfuerzo continuo por contribuir activamente a la formación que ha fomentado la creación de un proyecto consensuado y adaptado a cada centro, con un programa de actividades personalizado y basado en fundamentos gastronómicos, culturales, artísticos, deportivos y de respeto y convivencia.